Mi regreso a casa implica cruzar las vías del
ferrocarril que mantendré en secreto dado los acontecimientos que narraré. Ese
cruce es por un lugar que no figura en los planos de la empresa ferroviaria.
Son los que hacen los vecinos para no tener que caminar una pila de cuadras
para ir del otro lado de la vía. Porque ahí es donde vivo: del otro lado de la
vía.