Vicente Maresca, mecánico de profesión, y
que fuera copiloto de Juan Manuel Bordeu, piloto de TC (Turismo Carretera), en
la recordada cupecita apodada La Coloradita, diseñó y realizó un motor diésel
de 6 cilindros en línea. Lo bautizó Flavia 290-A y lo fabricó en la ciudad de Balcarce
de la provincia de Buenos Aires.