La empresa italiana Fiat construyó un
automóvil eléctrico sobre la base del modelo 1100. Las pruebas se realizaron en
el taller experimental de la automotriz de Turín.
Las baterías se ubicaban tanto en el
baúl, como se aprecia en la fotografía, como debajo del capot. La velocidad que
podía alcanzar era de 75 kilómetros por hora con una autonomía de 60
kilómetros, siempre y cuando la velocidad estable fuera de 60 kilómetros por
hora.
El Fiat 103 TE, tal la denominación de la
empresa, podía afrontar una pendiente máxima de 40% y la carga de las baterías
se realizaba en la red domiciliaria. Las baterías de este auto eléctrico eran
del tipo convencional. La fotografía la tomé de la revista Automundo número 124
del 19 de septiembre de 1967.
Mauricio
Uldane
Editor
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