martes, 17 de octubre de 2017

Lo visto y vivido en Autoclásica

Una vez más llegó una edición de Autoclásica a los Jardines del Hipódromo de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, y hacia ese lugar me encaminé, en la mañana, del viernes 13 de octubre pasado. Tal vez el mejor día para recorrer la muestra y apreciar con detenimiento los vehículos expuestos.
 
Chevrolet Super del año 1966.

Convengamos que Autoclásica no es una muestra para recorrer en poco tiempo y en un día. Al menos hace falta tener el tiempo, y el dinero, para hacerlo en dos jornadas. Si lo que se busca es una mejor visión, o profundidad, un día más no está demás.

Dos Valiant V-200.

Son 9 hectáreas a recorrer y no es cuestión de pasar rapidito por los vehículos expuestos. Menos si uno se comienza a encontrar con conocidos o requiere de alguna información sobre un determinado vehículo o tema. Por eso creo que hay públicos diferentes que se acercan a Autoclásica en cada edición.

Cupés Chevrolet Chevy, Dodge RT y Torino.

La entrada al predio, luego de la acreditación de prensa, en mi caso, hizo que me topara con una isla reservada a los autos Clásicos Nacionales. A mi entender faltaron modelos que debieron estar presentes aunque los expuestos no tenían reproche.

Stutz Racer del año 1918.

En especial la joya de este lugar: un Chevrolet Super 230 del año 1966 en un estado de perfecta originalidad. Según rezaba un cartel en el parabrisas no tiene restauraciones y la pintura acrílica es con la cual salió de fábrica. Además de los tapizados originales. Ese Chevrolet vino desde la provincia de Salta en el norte de Argentina.

Auburn del año 1928.

Ya en el boulevard, detrás de la isla de los Clásicos Nacionales, aparecieron los primeros autos antiguos. La suerte de la poca presencia de público en esa mañana de viernes, algo nublado, me permitió tomar varias fotos. Muchas de ellas serán futuras notas de Archivo de autos.

Mercedes-Benz SSK del año 1930 réplica.

Un Stutz de carrera del año 1918 me llamó la atención. Justo en el inicio del boulevard. Su propietario estaba a su lado, y había abierto el capot. Vino a verlo porque había estado bajo la lluvia de la noche anterior. Un clásico de la muestra: el barro.

Bugatti en el stand de Pur Sang.

Este se hizo presente en varios sectores del Hipódromo de San Isidro. Tanto que en algunos stands de clubes tuvieron inconvenientes para acomodar los autos expuestos en esa primera mañana de Autoclásica 2017. Un caso fue el stand del MG Club.

Marathon en el stand de CADEAA
(Club Amigos de Automóviles Antiguos Argentina).

En la callecita que conecta el boulevard con el Barrio de las Motos, donde estaban enfrentados los clubes AADEA (Asociación Amigos del Escarabajo Argentina) y AVC (Argentina Volkswagen Club), parecía la rotonda del barro. Pero no eran los únicos sitios donde el barro se había adueñado del terreno.

Cadillac presidencial restaurado en el stand del Museo del Automóvil.

Esa fue una de las causas para retornar a Autoclásica el domingo 15. También porque estaría la premiación de todos los vehículos participantes de la 17ª edición. Lo otro que tuve en cuenta que al ser el Día de la Madre habría menos público presente.

Austin taxi en el stand del Museo del Automóvil.

Me encontré con varios conocidos. Uno de ellos fue Ricardo Wagner que iba de salida, rumbo a su trabajo, luego de dejar en el stand del Auto Union DKW Club su cupé Fissore de color verde. Además Ricardo es un seguidor de Archivo de autos.

Messerschmitt convertible en el stand de Diwher.

Con quien charlé un rato, en varios cruces, fue con José Luis Murgo el editor del sitio Coche Argentino, que también estaba recorriendo la muestra. Gustavo Feder, editor de la revista digital Autohistoria, estaba absorbido por la televisión, pero también nos cruzamos varias veces en esa jornada del día viernes.

BMW 600 en el stand del Montevideo Classic Car Club.

Pero al primer seguidor de Archivo de autos que me crucé, otra persona que estaba corriendo detrás de una cámara de televisión, fue Diego Abal. También nos volvimos a cruzar en más de una ocasión. Él fue un hombre previsor y se llevó puestas unas llamativas botas náuticas de color amarillo.

Dos GPA en el stand del Registro Antique.

El stand de Pur Sang tenía una muestra de las unidades que realiza en la provincia de Entre Ríos y ubicado sobre el boulevard. En anteriores ocasiones supo estar cerca del Autojumble y por la entrada que da al estacionamiento de automóviles. Es decir en la otra punta de los Jardines del Hipódromo de San Isidro.

Un Bugetta en el stand del Registro Antique.

Como siempre las cupecitas históricas del TC (Turismo Carretera) estaban ubicadas al final del boulevard, enfrente de la Carpa de Competición. En donde se pudo ver autos de carrera de categorías nacionales de tiempos pasados. Un dato: muchos clubes de autos vieron reducido el espacio de sus stands. En algunos casos a menos de la mitad de otras ediciones.

Jeep Willy Hurricane en el stand del AACVM.

El stand de AACVM (Asociación Argentina de Coleccionistas de Vehículos Militares) fue trasladado del otro lado del boulevard. Años anteriores supo tener el stand dividido en la callecita que lleva al Barrio de las Motos. Este año tuvieron un enorme stand, tal vez dos stands normales, para desplegar todos sus vehículos.

Dos versiones de la camioneta Justicialista en el stand del Club IAME.

Antes de seguir con esta crónica debo mencionar que noté menos autos que en la edición del año 2016. En cambio me pareció ver más motos que años anteriores, pero es una apreciación personal. Incluso se expandieron por el camino que da la espalda a la pista del hipódromo. Donde en ediciones anteriores estuvieron expuestos los viejos colectivos, del Museo del Colectivo Antiguo, ausentes en esta 17ª edición.

Chevrolet en el stand de Automóviles Antiguos San Isidro.

Antes de abandonar ese viernes, el predio de Autoclásica, me topé con Sebastián Torres, seguidor de Archivo de autos, e integrante de ACAMRA (Asociación Coleccionistas de Automodelos de la República Argentina). Él fue quien me dijo que Rubén Vinyolas había traído al stand su camioneta Ford T, aún sin terminar, hecha a escala por él mismo. El año pasado trajo su cupé Ford T, que también estaba expuesta en el stand de ACAMRA.

Cupé Fiat 125 en el stand del Club Fiat Clásicos Argentina.

Mi regreso a la muestra fue el domingo 15, más o menos a la misma hora del día viernes 13. Ya antes de entrar al predio me encontré con Alberto Di Negro y Alejandro Ochnio. A esta altura de los acontecimientos dos amigos fierreros. Aunque ambos comenzaron siendo seguidores de Archivo de autos.

Cupé Fissore en primer plano en el stand del Auto Union DKW Club.

Con ellos dos recorrí parte de la muestra y esa jornada fue más de charla que de caminata. Pero donde también tuvo sus frutos. Por ejemplo gracias a Ernesto Parodi del CASYM (Club Argentino Scooters y Microcoupés) conocí a Ariel Cecchetto, seguidor de Archivo de autos, y administrador del grupo de Fierros Oxidados de Facebook, uno con la mayor cantidad de miembros.

Dos versiones del Ford Mustang.

También en ese stand estaba Jorge Lizardo exponiendo su pick up Sporty. Vehículo que supo estar presente en Expo Auto Argentino y hasta ganó un premio en su categoría en el año 2015. Claro que no era el único microauto argentino expuesto en el stand del CASYM. Había BMW Isetta, NSU Prinz y De Carlo 700 completando los autos exhibidos.

Las cupecitas del TC histórico.

En el stand del Club Gordini Baradero charlé con Federico Pujol, integrante de dicha institución, y otro seguidor de Archivo de autos. La charla iba por distintos carriles y por ver la fila de autos que esperaban la premiación del jurado a partir de las 14:30 horas en el escenario montado a tal efecto, como todos los años.

El auto de carrera de Ramón Requejo.

Luego de almorzar enfilé hacia el Barrio de las Motos, en parte para tomar fotos, que no había hecho en mi primera visita a Autoclásica 2017. También para ver si lograba encontrar a Juan Domingo Corso, integrante del Moto Club Puma Buenos Aires, y a quien conocí el viernes. En realidad lo conocía por Archivo de autos, pero no en persona.

Un Volkswagen Iltis y un Buggy en medio del barro en el stand de AADEA.

Seguí mi camino hacia la premiación, que estaba retrasada en media hora. Así que me fui a visitar a Carlos Pizarro en su puesto dentro del Autojumble donde estaba con sus autos a escala. Ya había estado el viernes charlando con él y con su socio. Carlos es otro seguidor de Archivo de autos.

El homenaje a la categoría del TC (Turismo Carretera).

Tanto el viernes, como el domingo, estuve charlando con Luis Intile en el stand Los Monkey. Luis es un vecino de San Miguel que tiene su taller, Intile Hot Rod, que se dedica a la creación de autos hot rod, entre otras actividades. Su esposa Gloria lo acompañaba y también charlamos un rato.

Lancia Delta HF Integrale en el homenaje a la marca Lancia.

El viernes es un día de menor concurrencia de público, por ser un día laborable. Lo que noté en esa primera jornada fue la gran cantidad de brasileños que se acercaron a la muestra. El domingo pareció, en parte, repetir una concurrencia acotada. Tal vez por el Día de la Madre. En cambio el sábado 14 el público presente fue mayor y por comentarios que me llegaron se repitió el lunes 16, día de cierre de Autoclásica 2017.

Motocicleta Göricke del año 1904 en el stand del SIMAC
(San Isidro Motos Antiguas y Clásicas).

Lo cierto que luego de la lluvia del jueves, y algo nublado del viernes, el sol acompañó el resto de los 3 días de la 17ª edición de Autoclásica. Con lo cual el barro del día viernes había casi desaparecido. Y digo casi porque, el domingo, en algunos sectores el suelo seguía blando, en especial en los lugares más sombríos.

Motocicleta Harley-Davidson en el stand de CADEAA.

Según los datos que me enviaron los encargados de prensa de Autoclásica visitaron la muestra más de 50.000 personas. Unas 2.000 menos que el año pasado, si me remito a sus propias gacetillas del año 2016. Recuerdo que los días domingo y lunes del año pasado la concurrencia fue más numerosa. Lo puedo afirmar porque estuve presente esos días en Autoclásica 2016.

Motoneta NSU Prima perteneciente al Club de Motonetas Picantes.

Seguiremos con más notas sobre lo ocurrido entre los días viernes 13 y lunes 16 de octubre en Autoclásica 2017. Una manera de tener más cobertura de lo visto y vivido en esta muestra anual, la de mayor importancia en América del Sur. Además de tener la distinción de la FIVA (Fédération Internationale Vehicules Anciens, Federación Internacional de Vehículos Ancianos).

El stand del Moto Club Puma de Buenos Aires.

Las fotografías que ilustran esta crónica fueron tomadas el viernes 13 de octubre y domingo 15 en mis sendas visitas a los Jardines del Hipódromo de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, donde se realizó la 17ª edición de Autoclásica.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

Archivo de autos tiene Internet propia financiada por sus seguidores y por publicidad en este blog.

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