sábado, 1 de octubre de 2016

La rural Mercury con los perros

De esta rural Mercury Commuter de color verde, en este caso de la serie Superfast, varios seguidores de Archivo de autos vienen comentando hace rato. Los primeros comentarios aparecieron cuando publiqué una rural similar, pero patrullero de la serie King Size. En los inicios, este año, de la sección “Garaje Miniatura”.



Hoy le tocó el turno a la rural Mercury con los dos perros asomando por la luneta trasera. La recordaba cuando aparecieron los primeros comentarios. Lo que sucede es que los autitos Matchbox de mi infancia estuvieron guardados por más de 30 años en su caja de cartón.


Ahora con los seguidores de Archivo de autos vamos redescubriendo, o recordando, esos viejos “autitos de colección”. Abrir una de sus cajas originales, como me llegaron desde la Librería San Agustín, es retroceder décadas en el tiempo.


La rural Mercury Commuter de color verde metalizado está en muy buenas condiciones. Salvo unos pedazos de lo que parecen ser cartón que se encuentran adheridos de su lado izquierdo. Es probable que esa parte de la misma caja.


Esa caja de cartón que le da otro valor a la pieza, si hablamos de coleccionismo. Que no es mi caso. Estos son autitos de la infancia que sirvieron para despertar la imaginación con juegos y situaciones de toda especie.


Que tenían como escenario la famosa mesa libro del comedor de mi casa. Ese era el lugar donde estos Matchbox, venidos de Gran Bretaña, cobraban protagonismo. Eran los reyes de la escena y todo giraba en su alrededor. Por supuesto que el juego era el motor que los impulsaba por encima de la mesa libro.


Ahora que redescubro con los lectores estos Matchbox de la escala 1:64. Veo la cantidad de piezas que conservo de la serie Superfast. Serie que comenzó a llegar a Argentina en el año 1969. Esta rural Mercury es probable que sea de ese año. Aunque no está estampado en su chasis de metal.


En ese chasis hay una particularidad. La Mercury Commuter recibió dos números diferentes según los años. Figura como 55 o 73, este último es el que ostenta la caja original que llegó a mis manos cuando tendría 8 o 9 años de edad. Por eso conserva un buen estado la pintura.


La serie Superfast abrió una puerta de sensaciones diferentes para los chicos de finales de los años sesenta. Hasta ese momento los Matchbox no eran rápidos, a partir de ese momento fueron rapidísimos. Más si se le sumaban las pistas de plástico de color amarillo.


Ahí la cosa tocaba otros sentimientos y la diversión alcazaba límites extremos. Claro para la cabeza de un chico de 9 años dispuesto a jugar carreras con sus queridos, y amados, Matchbox comprados en la Librería San Agustín. Era pasión, pero eso lo descubro ahora. Unos cuarenta años más tarde.


La misma pasión que tengo al escribir estas notas sabatinas, para terminar la semana. Hablando de esos Matchbox que nos trajeron tantas alegrías. Y lo más curioso es que nos siguen moviendo algo dentro de nuestros cuerpos. Ya lo he vivido al mostrar alguno de ellos a conocidos. La cara se les ilumina, como cuando tenían 10 años y tenían un mundo de imaginaciones en sus cabezas…


Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de colección” del “Garaje Miniatura”, les dejo el enlace con la página donde están todos los enlaces:


¿Te gustó esta nota? Podés convidarme un cafecito: https://cafecito.app/archivodeautos

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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