miércoles, 12 de octubre de 2016

Dos días en Autoclásica 2016

La ventaja de estar acreditado como un medio de prensa en alguna edición de Autoclásica, es poder asistir más de un día. Claro si mis otras ocupaciones me lo permiten. La idea original era asistir el día viernes 9 de octubre, pero el clima tuvo otros planes para mi persona. Así que los días elegidos finalmente fueron el domingo 10 y el lunes 11.

Los Torinos a la entrada de Autoclásica 2016.


El mejor día para los que vamos a Autoclásica, no solo a mirar automóviles del pasado, es el día viernes. Menos público presente y más tiempo para charlar con los expositores. Siempre hay alguna historia jugosa, para contar, o algún dato interesante que atesorar.

Un Stutz en primer plano y al fondo una cupé Graham-Paige.

Así que el domingo 10 de octubre partí hacia Autoclásica 2016 con un día espectacular sobre mi cabeza. Da gusto asistir a una muestra de estas características con un día templado y con un sol radiante. No así con la lluvia que azotó las primeras horas del viernes 9 y un intenso chaparrón a media tarde.

Dos Chevrolet de los años cincuenta.

Fue entrar y toparme con esa especie de rotonda, o isla verde, que abre Autoclásica, claro si uno ingresa a pie. Ese sitio fue el elegido para homenajear los 50 años del lanzamiento del Torino en Argentina de la mano de IKA (Industrias Kaiser Argentina SA).

En primer plano dos Chevrolet Corvette.

Lo interesante era poder apreciar Torinos de fábrica con algunas de las modificaciones, fuera de serie, que realizaron concesionarios de IKA. Pero lo mejor de todo fue tener al lado de los Torino de IKA los Rambler American, de American Motors Corporation, que dieron la base de su carrocería monocasco.

El Messerschmitt KR 200 del CASYM que ganó
el primer premio en su categoría.

Sobre el boulevard del Hipódromo de San Isidro suelen estar muchas de las grandes atracciones. Ya sea a modo de stand como de automóviles expuestos en el centro. En ese lugar estaban los autos americanos de distintas épocas. Arrancando desde los primeros años del siglo XX.

El Dauphine de récord venido de Francia.

Una treintena de clubes de autos expusieron sus ejemplares. Entre esos clubes estaba el Club Argentino Scooters y Microcoupés (CASYM) y pude conocer a Ernesto Parodi, uno de sus integrantes. Desde hace tiempo tenemos una cruzada contra el mito urbano que las moto cabinas de la marca Messerschmitt eran cabinas de aviones de combate.

El Alpine A110, en primer plano, y detrás el Renault 8 Gordini.
Al fondo los Renault más ancianos.

Me encontraba admirando automóviles, y sacando fotos para ilustrar, cuando me topé con Jorge Ingolingo, justamente dueño del famoso Messerschmitt de San Miguel. Estaba de visita junto con su hijo Mario, un compañero de encuentros donde haya autos antiguos. Charlamos de autos como era de esperar.

Cupé Fissore en el stand del Auto Union DKW Club de Argentina.

La charla estaba entretenida cuando pasó Norberto Núñez hacia el stand del Auto Union DKW Club de Argentina. Este año estaba exponiendo su Auto Union 1000 S del año 1967. A esta altura del partido Norberto es un amigo fierrero más. Ya hemos compartido varios encuentros en distintas partes. Y pensar que un poco más de un año atrás era solo un seguidor de Archivo de autos sin un rostro que identificar.

Los Chevrolet Camaro en el stand de
autos americanos de Zschocke Motorsport.

En el stand de la empresa Renault, además de la mención en el día de ayer del Étoile Filante, estaba exhibido un Dauphine que batió otro récord de velocidad y que fuera traído desde Francia, su tierra natal. Lo mismo que un Renault 8 Gordini y un Alpine A 110. Estos automóviles franceses, para aprovechar el cruce del Atlántico, se van a Brasil.

Las cupecitas del TC de las viejas épocas.

Hacia el fondo del boulevard estaban los Chevrolet Camaro en el stand de Zschocke Motorsport. Sobre una plataforma giratoria estaba un Camaro Rally Sport del año 1968 para que todos pudiéramos admirar todos sus flancos. Además de muchos otros Camaros de distintas épocas desde su lanzamiento en el año 1966 en Estados Unidos.

Los Eniak Antique en el stand de Registro Antique.

Al final de ese recorrido estaban las queridas cupecitas del TC (Turismo Carretera) junto a otros autos de competición que son parte de la historia del automovilismo deportivo de Argentina. Un patrimonio cultural fierrero para conocer y tener en cuenta.

Renault Floride en el stand del Club Gordini Baradero.

Ese domingo se le realizó un homenaje a Tulio Crespi, reseña que ya publiqué el lunes 9. Fue un gusto charlar brevemente con este creador de autos fuera de serie de Argentina. Otro diseñador que es parte de la historia del automovilismo argentino. Con sus pros y sus contras. Pero todo es parte de nuestro bagaje cultural, e histórico, cuando hablamos de fierros.

Renault Gordini del Club Gordini Baradero
sacando su rueda de auxilio.

En ese mismo stand me crucé con Gustavo Feder, editor de Autohistoria, que salió disparado para el sector de la premiación. Antes había estado en la premiación de las motos y estaba esperando la de los automóviles, que se había retrasado por una hora. Cosa que siempre pasa, no se cumple al pie de la letra el programa preestablecido.

Jeep Willys de la Asociación Argentina de Coleccionistas de
Vehículos Militares que ganó el primer premio en su categoría.

Este año la gente de la Asociación Argentina de Coleccionistas de Vehículos Militares trajo una gran cantidad de jeeps de distintas épocas y marcas. Además de otros vehículos militares y cañones antiaéreos. Entre los Jeep Willys expuestos había uno sin carrocería que era digno de ver.

Las motocicletas Puma en el “Barrio de las motos”.

La calle que comunicaba el boulevard con el “Barrio de las motos” podía llegar a ser una tortura cruzarla por la cantidad de público. En especial el domingo 9 que según la información que recabé fue récord en asistencia. Según los propios organizadores entre los cuatro días de Autoclásica 2016 asistieron casi 52.000 personas.

Las unidades del Museo del Colectivo Antiguo.

Luis Intile en el stand de Gas Monkey Garaje, que por segundo año consecutivo se ganó el primer premio por el diseño, me contó, el lunes 10 que en un momento del domingo era casi imposible cruzar los pasillos del sector de autojumble. Tal era la cantidad de público que visitaba Autoclásica 2016.

El Ford T de 1925 que acompañó a los viejos colectivos.

También en el sector de autojumble me crucé con Carlos Pizarro, otro seguidor de Archivo de autos, que estaba en su puesto de venta de autos a escala. Ahí estaba otro conocido: Sebastián Torres. Coleccionista de autos a escala e integrante de ACAMRA (Asociación Coleccionistas de Automodelos de la República Argentina).

La réplica del auto de Manuel Iglesias de la ciudad de Campana.

En el stand del Club Gordini Baradero me encontré con un Renault Floride del año 1961. Otros dos conocidos que estaban en ese preciso lugar eran, Alejandro Ochnio y Alberto Di Negro. También estuve charlando con Federico integrante del Gordini Baradero. Siempre traen buenos autos para exponer a Autoclásica. En este lugar tuve la suerte de conocer a Abel Ceverio, otro seguidor de Archivo de autos, y claro hablamos de autos…

Institec en el stand del Club IAME.

El “Barrio de las motos” es el lugar ideal para los amantes de las dos ruedas. Motocicletas de todas las épocas se dan cita año, tras año, en ese lugar. Además de ser el lugar donde más puestos de comida hay dentro de Autoclásica.

Dos viejos Rastrojeros del Club IAME.

A la vera de la pista del Hipódromo de San Isidro estaba estacionados a 45º los viejos colectivos que tanto afecto despiertan en los visitantes. Una gran variedad presentó el Museo del Colectivo Antiguo. Desde unidades de los años cuarenta hasta el ómnibus llamado Bala de finales de la década del ochenta. Un precioso Ford T del año 1925 los acompañó a los viejos colectivos. Este auto desfiló en el bicentenario del 9 de Julio en el Metrobus de la Avenida 9 de Julio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Dos Jaguar del año 1947 entre los 40 ejemplares exhibidos.

Para los que ingresaban desde el estacionamiento de Autoclásica se topaban con el stand del Museo del Automóvil donde se realizó el homenaje a los 100 años del nacimiento de Juan Gálvez, piloto de TC y hermano de Oscar Alfredo Gálvez. A su lado estaba el primer camión Scania L 111, como les conté en la reseña de los homenajes.

Tres Rolls Royce de épocas diferentes.

Hubo un stand donde se pudieron apreciar varios Lancia Lambda, un automóvil revolucionario para su época. Por sus innovaciones mecánicas para principios de la década del veinte. Con suspensión independiente en las ruedas delanteras y una carrocería monocasco.

El stand del Museo del Automóvil con el homenaje a Juan Gálvez.

Seguro que algo quedó en el tintero, aunque ya no usemos tinta para escribir, y solo apretemos una serie de teclas para verlas reflejadas en la pantalla del monitor. Pero no será la última crónica sobre lo qué pasó en Autoclásica 2016. Queda contarles algunas extrañezas con las que me topé. Autos que no se ven todos los días. Pero eso será mañana.

El mejor stand de clubes de autos del Auto & Moto Club Clásicos Tigre.

Las fotografías que ilustran esta nota fueron tomadas los días domingo 9 y lunes 10 de octubre de 2016 durante el desarrollo de Autoclásica 2016 en las instalaciones del Hipódromo de San Isidro en la provincia de Buenos Aires.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

Archivo de autos tiene Internet propia financiada por sus seguidores y por publicidad en este blog.

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