miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un auto de lujo a vapor

A principios de la industria automotriz, tanto en Europa como en América, hubo varios intentos de construir autos a vapor. De hecho el primer vehículo que lleva el nombre de automóvil era a vapor: el que construyera el ingeniero francés Nicolas Joseph Cugnot en 1770. Si bien el término automóvil se aplica a la invención de Daimler. El carro de vapor de Cugnot fue considerado el primer automóvil movido a vapor. Así que el vapor era una fuente de energía que estuvo presente, desde los inicios del automóvil. Hoy veremos un auto a vapor de lujo: el Doble fabricado en los Estados Unidos.

Doble a vapor en su versión limusina.

Abner Doble fue el constructor del auto a vapor que llevaría por marca su apellido. Estando todavía en la universidad de San Francisco proyectó su primer auto a vapor, que daría comienzo a una incipiente industria en Massachussets. Tan solo contaba con 19 años cuando desarrolló su primer automóvil modelo A, que era un roadster de dos plazas.

Ese primer auto con un motor trasero a vapor de dos cilindros tenía una gran caldera pegada y un radiador. Fabricó cinco unidades y vendió cuatro. Para poder desarrollar su empresa le pidió plata a su padre y así montó una pequeña planta para producir un nuevo modelo: el B. Pero este nuevo auto no se vendería y Abner Doble emigraría a la ciudad de Detroit, cuna del automóvil estadounidense. Llegado a esa ciudad se asocia con C. L. Lewis y entre ambos crean la General Engineering Co. Esa nueva empresa desarrollaría el modelo C.

Doble phaeton de 5 o 7 plazas.

El nuevo modelo se lo presentó en el Salón de Detroit de 1916 y recibió un aluvión de pedidos. Pero la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial produciría la decadencia de la nueva empresa. Con el conflicto bélico en marcha el suministro de algunos componentes esenciales empezó a fallar y con esto empezó la debacle de la General Engineering Co.

En 1918 Abner Doble vende sus derechos en la empresa de Detroit y se muda a California. En 1923 funda una nueva empresa que se llama Doble Stearn Motors Corporation. Con esta empresa el joven Doble pretendía construir los mejores autos del mundo. Lo que motivaba a Abner Doble era la simplicidad de la máquina a vapor desarrollada por él. Además los motores a vapor resultaban más elásticos y progresivos en el uso de la su potencia. También vibraban menos que los motores a combustión interna de la época.

Doble sedan de 5 plazas.

Abner Doble estaba convencido que el auto que ofrecía al público era una excelencia tal que les daba, a sus clientes, una garantía por 160.000 kilómetros sobre el motor y sus componentes. El motor del Doble aceleraba como un motor grande de seis cilindros a nafta, pero sin traqueteos y con una extraordinaria suavidad de marcha. Su principal adelanto lo consistía el sistema eléctrico que permitía en solo 30 segundos poner en régimen la caldera del Doble.

Doble runabout con asiento de la suegra.

El Doble tenía un motor ubicado en la parte posterior del chasis y era de dos bloques. El primer bloque alojaba dos pistones de alta presión y el bloque posterior dos pistones de baja presión. El cigüeñal transmitía directamente la potencia a una rueda dentada MAAG que se engranaba con la corona del diferencial. Esto estaba tan bien engranado que la potencia se transmitía perfectamente a las ruedas traseras cuando se pisaba el acelerador del Doble.

Vista superior del chasis del Doble.

El motor del Doble funcionaba de la siguiente forma: el vapor que se generaba en la caldera pasaba a los cilindros por dos válvulas de pistón que eran de diseño exclusivo de Abner Doble. Una de esas válvulas era de alta presión y la otra de baja presión. De ahí se pasaba al condensador. Este condensador recogía el vapor no utilizado, lo enfriaba, licuándolo y lo reutilizaba, lo que le aseguraba al Doble una mayor autonomía de marcha.

Motor a vapor del Doble.

El tanque de agua era de 64 litros lo que le permitía al auto de vapor recorrer más de 200 kilómetros. El sistema necesitaba cada 800 kilómetros recorridos unos dos litros de aceite. El motor del Doble también podía calentar nafta, kerosén u otros combustibles destilados. El auto a vapor podía superar pendientes con un 25% de desnivel, que la mayoría de los autos de la época no podía lograr.

Los Dobles eran autos caros, no tanto como los Rolls-Royce que se fabricaban en los Estados Unidos, pero su terminación era comparable a otro auto de lujo: el Locomobile. Por lo tanto era un auto para ricos y encima excéntricos que buscaban algo diferente para sus automóviles.

Vista de perfil del Doble.

Los autos a vapor Doble eran casi artesanales y los armaban con mucha meticulosidad, buscando la perfección en el acabado. Superaba ampliamente a los autos de su categoría. El carrocero Murphy se encargaba de vestir a los Doble que se ofrecían al mercado en estos modelos: una limusina de 7 plazas, un peatón de 5 o 7 plazas, un sedan de 5 plazas y un runabout con asiento de la suegra en la parte posterior. Muchas piezas de las carrocerías eran de aluminio.

El precio alto de los Doble atentaba contra la rentabilidad empresarial. Pese a la fiabilidad y el buen funcionamiento de los autos de Abner Doble no eran suficientes para lograr una penetración en el mercado. Sobretodo si se apuntaba a un público de millonarios. Así que la Doble Stearn Motors Corporation solo fabricó 40 autos y cerró definitivamente sus puertas. El apoyo financiero nunca le llegó a Abner Doble y tal vez haya sido porque las grandes empresas automotrices de la época apostaron al motor de combustión interna a nafta. Algo parecido le ocurrió a los desarrolladores de autos eléctricos. El peso de la industria petrolera se hizo sentir y se hace sentir, aún, en el siglo XXI.

La trompa del Doble a vapor.

Gracias al seguidor Beto Betorino de Archivo de autos en Facebook y a la revista Motor Clásico, número 207 de 2005, conocimos al Doble a vapor. Un auto que tal vez muchos no conocíamos y ahora conocemos un poco de su historia.

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Mauricio Uldane

2 comentarios:

  1. Pero esto es una maravilla... no entiendo bien (bueno, si que lo entiendo) cómo no se ha explotado esta tecnología.
    Habría que ver lo de la emisión de humos y eso, con las normas Euro hemos topado, Sancho!

    Un saludo, muy interesante reportaje.

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    Respuestas
    1. Hubo una época donde los motores a nafta le pelearon el mercado a los motores alternativos y por supuesto conocemos cómo siguió la historia.

      Me alegra que te guste la nota. Todo gracias al aporte un seguidor de Archivo de autos.

      Saludos desde Argentina.

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