lunes, 14 de noviembre de 2011

La Bolita del Tío Pedro

El Tío Pedro se compró un Fiat 600, cero kilómetro en el año 1970 y lo hizo en la concesionaria Pedro Rullo de Lomas de Zamora, él vivía, por entonces, en la localidad de Turdera, en la provincia de Buenos Aires.

Mi papá fue el encargado de retirar el Fiat porque el Tío Pedro no sabía manejar. Enseñarle a manejar fue una tarea que llevó a cabo mi padre, no sin sufrir como una madre. El Tío Pedro era un hombre grande cuando se compró la Bolita y enseñarle a manejar no fue una tarea ni fácil, ni sencilla.

El Fitito del Tío pedro era de color verde, parecido al verde de los camiones de la empresa láctea La Serenísima, y la decisión de comprar el 600 fue del vendedor de Pedro Rullo, ya que el Tío Pedro quería un Fiat 800. El vendedor lo convenció que llevara el 600 porque los dos tenían el mismo motor, pero el 800, en realidad era un 770, tenía una carrocería más pesada.


El Fiat 600 del Tío Pedro en la casa de mi abuela en San Miguel.