La empresa SEVEL (Sociedad Europea de Vehículos
para Latinoamérica) Argentina SA
comenzó a fabricar en 1985 la Chevrolet C-10 en sus dos
versiones: Custom y Silverado. Ambos modelos con las mismas
prestaciones mecánicas, pero con variantes en cuanto a confort y accesorios.
Por primera vez en la historia de la General Motors Corporation otorgaba una licencia de
fabricación a un tercero. Así la C-10 se fabricó en la
planta de Ferreyra en provincia de Córdoba. Una vez más la marca Chevrolet había regresado al país de la
mano de su pick-up. Básicamente esta era muy similar a la que se fabricó hasta
el año 1978, en la planta de San Martín en la provincia de
Buenos Aires. Algunos cambios en la
trompa e interior. Pero el motor 250
sólo conservaba el mismo cigüeñal que su antecesora, lo demás se había
modernizado. Más tarde, en 1986,
vendría la opción diésel.